30th of Last Seed - Agosto, 3E433
No ha parado de llover desde la mañana, un presagio no muy bueno cuando empiezo mi viaje a la ciudad de Chorrol. Las indicaciones de Baurus decían que encontraría a Jauffre en la Abadía de Weynon y creo que es tiempo de cumplir la misión que me encomendó el emperador.
Antes de salir entregue la evidencia de los crímenes de Agarmir con Jensine, ella se encargara de manejarlo con las autoridades, mi recompensa fueron 100 monedas de oro y aunque no lo hice exactamente por el dinero debo decir que me siento decepcionada, de haberlo sabido me pregunto si habría intervenido. Por su parte Thoronir se mostro más generoso, su agradecimiento parecía sincero y sin pedirle nada a cambio me entrego un anillo mágico. ¿El único? buena fuera mi suerte si esa leyenda fuera cierta. Mis instintos no me fallaron ya que obviamente él si sabe hacer negocios, cualquier otro problema y no dudaría en ayudarlo nuevamente.
Si alguien llegará a leer este diario no quiero que se equivoque, no soy un paladín buscando hacer justicia y sí hago cosas no muy de acuerdo a esa imagen queden advertidos. Desilusionada de mi recompensa decidi omitir el hecho de tener las llaves de la casa de Agarmir en mi poder así que después de pedir direcciones para llegar a Chorrol y preparar mis armas y armadura hice una última parada en el Distrito de Talos. No había mucho oro pero comida y accesorios me serían de gran ayuda. Esta vez tome mis precauciones, ¡que cara pondría el guardia si me atrapaba de nuevo? afortunadamente para mi no fui descubierta así que abandone la ciudad sin mayores problemas.
Mi primera parada fue Weye, un pequeño pueblo a orillas del río, el paisaje era hermoso y después de tanto tiempo encerrada en la prisión, visitando tumbas y estructuras subterráneas eso era lo mas maravilloso que había visto en mucho tiempo, caminaba tan distraída que tropecé con un pobre viejo. Casi puedo escuchar la risa de mi maestro. En el pasado hubiera continuado mi camino sin prestar más atención pero en está ocasión me detuve a ayudarlo, gran parte de sus pertenencias yacían rotas a mitad del camino pero el buscaba afanosamente unas escamas, su oficio es pescador según me explico más adelante y un alquimista le ofrecía un excelente trato si él podía conseguirle una docena de ellas, aún le faltaban algunas pero se encontraba lesionado y no podía continuar la pesca.
¿Qué tan difícil podría ser juntar unas cuantas escamas? además el viejo me recordaba tiempos mejores. Oh, pero que equivocada estaba, el ser un gran guerrero no se compara con los oficios considerados más sencillos. Fui mordida, infectada por no se cuantas cosas y un par de esas fieras casi logran ahogarme. Doce escamas y casi doce horas para conseguirlas.
El pescador estaba feliz por lo que había hecho, al parecer el pago sería tan bueno que podría retirarse y llevar una vida más tranquila por lo que en recompensa me dio un anillo, me pregunto si este será ahora el medio habitual para agradecer la ayuda, supongo que debere de cargar algunos anillos en caso de que necesite solicitar algún favor más adelante.
No ha parado de llover desde la mañana, un presagio no muy bueno cuando empiezo mi viaje a la ciudad de Chorrol. Las indicaciones de Baurus decían que encontraría a Jauffre en la Abadía de Weynon y creo que es tiempo de cumplir la misión que me encomendó el emperador.
Antes de salir entregue la evidencia de los crímenes de Agarmir con Jensine, ella se encargara de manejarlo con las autoridades, mi recompensa fueron 100 monedas de oro y aunque no lo hice exactamente por el dinero debo decir que me siento decepcionada, de haberlo sabido me pregunto si habría intervenido. Por su parte Thoronir se mostro más generoso, su agradecimiento parecía sincero y sin pedirle nada a cambio me entrego un anillo mágico. ¿El único? buena fuera mi suerte si esa leyenda fuera cierta. Mis instintos no me fallaron ya que obviamente él si sabe hacer negocios, cualquier otro problema y no dudaría en ayudarlo nuevamente.
Si alguien llegará a leer este diario no quiero que se equivoque, no soy un paladín buscando hacer justicia y sí hago cosas no muy de acuerdo a esa imagen queden advertidos. Desilusionada de mi recompensa decidi omitir el hecho de tener las llaves de la casa de Agarmir en mi poder así que después de pedir direcciones para llegar a Chorrol y preparar mis armas y armadura hice una última parada en el Distrito de Talos. No había mucho oro pero comida y accesorios me serían de gran ayuda. Esta vez tome mis precauciones, ¡que cara pondría el guardia si me atrapaba de nuevo? afortunadamente para mi no fui descubierta así que abandone la ciudad sin mayores problemas.
Mi primera parada fue Weye, un pequeño pueblo a orillas del río, el paisaje era hermoso y después de tanto tiempo encerrada en la prisión, visitando tumbas y estructuras subterráneas eso era lo mas maravilloso que había visto en mucho tiempo, caminaba tan distraída que tropecé con un pobre viejo. Casi puedo escuchar la risa de mi maestro. En el pasado hubiera continuado mi camino sin prestar más atención pero en está ocasión me detuve a ayudarlo, gran parte de sus pertenencias yacían rotas a mitad del camino pero el buscaba afanosamente unas escamas, su oficio es pescador según me explico más adelante y un alquimista le ofrecía un excelente trato si él podía conseguirle una docena de ellas, aún le faltaban algunas pero se encontraba lesionado y no podía continuar la pesca.
¿Qué tan difícil podría ser juntar unas cuantas escamas? además el viejo me recordaba tiempos mejores. Oh, pero que equivocada estaba, el ser un gran guerrero no se compara con los oficios considerados más sencillos. Fui mordida, infectada por no se cuantas cosas y un par de esas fieras casi logran ahogarme. Doce escamas y casi doce horas para conseguirlas.
El pescador estaba feliz por lo que había hecho, al parecer el pago sería tan bueno que podría retirarse y llevar una vida más tranquila por lo que en recompensa me dio un anillo, me pregunto si este será ahora el medio habitual para agradecer la ayuda, supongo que debere de cargar algunos anillos en caso de que necesite solicitar algún favor más adelante.

Siendo ya demasiado tarde para continuar mi camino decidi pasar la noche en Weye, el pescador me recomendo con Nerussa, la encargada de la Posada Wawnet, por lo que termine el día más tranquilo que he pasado hasta ahora conversando con ella y un viejo guardia de la ciudad tomando vino en la posada, y vaya que esa mujer conoze de vinos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario