Bugs

NOTA ESPECIAL:

He llegado a una instancia del juego donde necesito que un NPC me siga a cierto lugar para continuar la quest principal, pero gracias a los famosos bugs el personaje no quiere seguirme, despues de intentar de todo sigo buscando una solución al problema.

En caso de que no lo encuentre tendría que volver a empezar, otra vez, por lo que no estoy seguro de poder actualizar está historia ya que probar nuevamente un juego lleno de bugs no acaba de convencerme.

Día 5: El Fuerte Nikel

31th of Last Seed - Agosto, 3E433

La flecha rasgo mi piel a la altura del hombro y sin detenerme a averiguar de donde provenía salte sobre el riel hacia la parte inundada un nivel más abajo, a medio camino me alcanzo un rayo lanzado por el hechicero, estaría herido pero sus reflejos seguían siendo formidables. El impacto me lanzo hacia unos escalones de piedra evitando mi caída al agua por lo que el golpe me dejo sin aire. Trate de rodar para evitar el hechizo que seguramente buscaría matarme cuando alcance a ver dos flechas que se incrustaban en el pecho del hechicero, parece que "rojo" y "verde" seguían en la pelea.

Recupere un poco de aire y me arrastre hacia el agua, la parte inundada del fuerte me serviría de resguardo en lo que recuperaba un poco mis fuerzas. No se si sea posible llorar bajo el agua pero tal era mi alegría, el anillo que me había dado el pescador un dia antes me permitía respirar en el agua. Estaba felicitándome a mi misma por mi suerte cuando recordé que uno de los sobrevivientes era un Argoniano, busque la superficie lo más rápido que pude. Una pelea bajo el agua con un Argoniano es lo último que necesitaba.

Como si mis pensamientos lo hubieran invocado saliendo a la superficie pude verlo, el Argoniano no estaba en el agua, su elemento natural, estaba encaramado en una cornisa en la parte alta de la estructura. Audaz e inteligentemente permanecía semi oculto en donde nadie lo buscaría. Un tiro de flecha desde mi posición se antojaba imposible, pero los ruidos de relámpagos que se escuchaban me decían que el hechicero seguía con vida. No sería por mucho, al menos no con "rojo" y "verde" tratando de terminarlo. Esas dos arqueras eran buenas, o al menos lo suficiente para ser de las últimas cinco personas vivas que quedábamos.

La pelea había sido sin cuartel, los dos bandos discutían sin haber notado mi presencia, al parecer ambos querían el fuerte como cuartel para poder asaltar los caminos cercanos. Desde la muerte del emperador estos son casi intransitables, bandidos y saqueadores han tomado ventaja de la incertidumbre generada y tomara un tiempo para que la guardia pueda controlar la situación. Yo no tenía intenciones de intervenir en la pelea pero justo cuanto pensaba retirarme alguien descubrió mi presencia. Una sola flecha sirvió para desencadenar la batalla.

Una escaramuza a tres bandas es la mejor receta para una carnicería y está no había sido la excepción, los cuerpos regados lo confirmaban. El hechicero y el sujeto con la espada llameante habían dado cuenta de muchos por lo que una alianza sin palabras surgió entre los sobrevivientes. Primero matarlos a ellos y después decidiríamos. Sobre estas reglas no escritas pudimos eliminar la amenaza de la espada, la magia sería otra cosa totalmente. Aún así con el hechicero por un lado y las dos arqueras, el argoniano y yo en otro teníamos oportunidad de salir con vida.


Al menos eso creía pero al parecer con el espadachin muerto mi ayuda para eliminar al mago ya no era necesaria y la flecha que me habían lanzado erá la única prueba que necesitaba para darme cuenta de ello. Tres conta uno, la ventaja no estaba de mi lado, aún.

Sabía que un tiro al Argoniano erá imposible desde donde yo estaba, así que las circunstancias me obligaban a cambiar de bando nuevamente, no tenía que ser yo misma la que lo eliminara. Lanze una flecha por encima de su cabeza, no le di pero el ruido generado revelo su posición, el estupido perdio tiempo tratando de localizarme y lo peor que puedes hacer frente a un hechizero es quedarte quieto. El siguiente hechizo lo alcanzo por completo. Dos contra dos, la pelea erá mas pareja aunque no por mucho.

El mago estaba casi muerto y por un instante vi a "rojo" y a "verde", las dos lo tenían en la mira de sus arcos, sin pensarlo siquiera volví a cambiar de bando. Las tres flechas lo alcanzaron casí simultáneamente, la fuerza de los impactos se opusieron una a otra por lo que el cuerpo permaneció en su posición por un momento, sin ladearse a ningún lado hasta que finalmente se desplomo sin vida. Dos contra uno, todavía podía salir con vida.

Llame a ambas pidiendo una tregua, -solo quiero salir de aqui, grite. -por esta vez detengamos la pelea.

Las tres salimos a descubierto, armas abajo, mire a los ojos a "verde", nada, cruze la mirada con "rojo", al instante empeze a sentir el poder en la punta de mis dedos. Guarde mi arco, "verde" hizo lo mismo, "rojo" dejo el suyo en posición, el poder seguia creciendo en mis manos. Movi la cabeza negandolo.

-Esto no tiene por que ser así, le dije.

"Verde" miraba indecisa a su compañera, la mire a los ojos y ella bajo la mirada, su pelea había terminado. "Rojo" alcanzo una flecha, pero tensar un arco y lanzarla lleva tiempo. Erá rápida, tal vez demasiado y eso fue lo que le dio confianza, pensó que podía matarme antes de que yo la alcanzara con mi espada o tuviera tiempo de preparar una flecha. Estúpida. Si sigo viva no es por mi destreza con las armas ...es por mi manejo de la magia.

Dos bolas de fuego se dirigian hacia ella, la primera incinero la flecha que alcanzo a disparame, la segunda exploto en su cara aún antes de que pudiera exhalar un grito de sorpresa.

"Verde" me miraba sorprendida, no queria matarla pero por los dioses que lo haría si intentaba cualquier cosa. No lo hizo, solamente se acerco al cuerpo sin vida, tomo algo de entre sus ropas y se dirigio a la salida. La batalla finalmente había terminado.

Con el emperador muerto esto erá solo el principio, el "Amuleto de los Reyes" seguía conmigo y llegar a Chorrol ya no parecia tan sencillo.

Día 4: Un Día de Pesca

30th of Last Seed - Agosto, 3E433

No ha parado de llover desde la mañana, un presagio no muy bueno cuando empiezo mi viaje a la ciudad de Chorrol. Las indicaciones de Baurus decían que encontraría a Jauffre en la Abadía de Weynon y creo que es tiempo de cumplir la misión que me encomendó el emperador.

Antes de salir entregue la evidencia de los crímenes de Agarmir con Jensine, ella se encargara de manejarlo con las autoridades, mi recompensa fueron 100 monedas de oro y aunque no lo hice exactamente por el dinero debo decir que me siento decepcionada, de haberlo sabido me pregunto si habría intervenido. Por su parte Thoronir se mostro más generoso, su agradecimiento parecía sincero y sin pedirle nada a cambio me entrego un anillo mágico. ¿El único? buena fuera mi suerte si esa leyenda fuera cierta. Mis instintos no me fallaron ya que obviamente él si sabe hacer negocios, cualquier otro problema y no dudaría en ayudarlo nuevamente.

Si alguien llegará a leer este diario no quiero que se equivoque, no soy un paladín buscando hacer justicia y sí hago cosas no muy de acuerdo a esa imagen queden advertidos. Desilusionada de mi recompensa decidi omitir el hecho de tener las llaves de la casa de Agarmir en mi poder así que después de pedir direcciones para llegar a Chorrol y preparar mis armas y armadura hice una última parada en el Distrito de Talos. No había mucho oro pero comida y accesorios me serían de gran ayuda. Esta vez tome mis precauciones, ¡que cara pondría el guardia si me atrapaba de nuevo? afortunadamente para mi no fui descubierta así que abandone la ciudad sin mayores problemas.

Mi primera parada fue Weye, un pequeño pueblo a orillas del río, el paisaje era hermoso y después de tanto tiempo encerrada en la prisión, visitando tumbas y estructuras subterráneas eso era lo mas maravilloso que había visto en mucho tiempo, caminaba tan distraída que tropecé con un pobre viejo. Casi puedo escuchar la risa de mi maestro. En el pasado hubiera continuado mi camino sin prestar más atención pero en está ocasión me detuve a ayudarlo, gran parte de sus pertenencias yacían rotas a mitad del camino pero el buscaba afanosamente unas escamas, su oficio es pescador según me explico más adelante y un alquimista le ofrecía un excelente trato si él podía conseguirle una docena de ellas, aún le faltaban algunas pero se encontraba lesionado y no podía continuar la pesca.

¿Qué tan difícil podría ser juntar unas cuantas escamas? además el viejo me recordaba tiempos mejores. Oh, pero que equivocada estaba, el ser un gran guerrero no se compara con los oficios considerados más sencillos. Fui mordida, infectada por no se cuantas cosas y un par de esas fieras casi logran ahogarme. Doce escamas y casi doce horas para conseguirlas.

El pescador estaba feliz por lo que había hecho, al parecer el pago sería tan bueno que podría retirarse y llevar una vida más tranquila por lo que en recompensa me dio un anillo, me pregunto si este será ahora el medio habitual para agradecer la ayuda, supongo que debere de cargar algunos anillos en caso de que necesite solicitar algún favor más adelante.


Siendo ya demasiado tarde para continuar mi camino decidi pasar la noche en Weye, el pescador me recomendo con Nerussa, la encargada de la Posada Wawnet, por lo que termine el día más tranquilo que he pasado hasta ahora conversando con ella y un viejo guardia de la ciudad tomando vino en la posada, y vaya que esa mujer conoze de vinos.

Día 3: Thoronir

29th of Last Seed - Agosto, 3E433

Conciencia de paladín, alma de guerrero, inteligencia de mago pero de corazón negro como la noche. Aún después de tantos años todavía recuerdo la descripción que hizo mi maestro al ingresarme en La Orden.

-No serán tus atributos los que te definan, serán los defectos de tu corazón. Maldito viejo, cuanta razón tenía, él había muerto hace unos cuantos años y yo seguía metida en problemas ajenos.

Al regresar a mi habitación con la conciencia intranquila debido al nigromante me tope con Thoronir, el "problema" de los comerciantes, al verlo escabullirse por las sombras decidí seguirlo y resolver de una vez por todas el misterio. Pero me adelanto a mi misma.

Jensine, una comerciante local me pidió ayuda en nombre de su gremio para investigar a Thoronir, al parecer sus precios eran tan bajos que amenzaban con sacar a varios del negocio y sospechaban algo ilicito, como ya explique algo vieron en mi que decidieron pedir mi ayuda para investigar por ellos. En un principio pense en rehuzarme, comprar lo que necesitaba en la tienda de Thoronir y de paso felicitarlo por su ingenio, la suerte de malos comerciantes no me importaba pero despues de meditarlo un poco decidi aceptar la oferta. Despues de todo si ellos conseguian ponerle un alto a Thoronir yo me quedaria sin proveedor y en mala posición con los demas comerciantes. Beneficio mutuo, nada mejor como base para un buen trato.

Seguir a Thoronir rindio sus frutos, me llevo hasta una reunion secreta con el aparente lider de la operacion y por la conversación que alcanze a escuchar era obvio que Thoronir trabaja bajo amenaza. Segui al lider hasta una vivienda en el distrito de la Plaza de Talos y despues me retire a mi habitación en la Posada del Mercader. El sueño y el cansancio me vencian y no habia nada más que pudiera hacer esa noche.

Al inicio de este día decidi averiguar sobre el dueño de la vivienda, la gente lo conocia solo por Agarmir pero nadie sabia nada de él, raramente lo veian durante el día y pasaba la mayor parte del tiempo encerrado. Pensando que podría hacer lo vi salir de la casa, sí, era arriesgado pero al parecer sería mi unica oportunidad de obtener algo de información útil por lo que en cuanto se alejo lo suficiente irrumpi en la casa. Abrir cerraduras es un arte que no se olvida, y yo había aprendido muy bien mis lecciones.

Todo parecia salir de maravilla, en el sotano encontre un libro detallando el origen de la mercancia, Agarmir estaba robando las tumbas de la ciudad y usaba la tienda de Thoronir para vender lo que obtenia. Me guarde el libro sabiendo que notaria su ausencia pero no tenia más opción si queria algun tipo de prueba que mostrar a Jensine. Deje todo lo demás en orden y me dispuse a abandonar la casa, cual seria mi sorpresa al encontrarme cara a cara con un guardia de la ciudad esperando mi salida.

Matarlo estaba fuera de discución, demasiada gente a los alrededores y huir haría mas difcil mis movimientos en la ciudad. No me quedo más remedio. Saque una botella de cerveza y brinde por el guardia.

Volvía a donde habia empezado, la prisión imperial se alzo ante mi vista, menos de una semana y estaba de regreso. Mi cuerpo temblaba sin poder evitarlo y los guardias pensaban que eran los efectos del alcohol lo que me sucedia. Al abrirse las puertas de la prisión era tal mi panico que no escuche lo que me decian, tuvieron que repetirmelo para que mi mente por fin lo comprendiera.

-Paga tu multa y largate a dormir la borrachera a otro lado, aqui no alimentamos vagos.

Mi felicidad era tal que casi beso al tipo que recolectaba el oro de mi bolsa, por los dioses, si parecia que La Dama se habia puesto de mi lado. Junte mis posesiones, incluido el libro que habia sustraido y por alguna razón no fui a delatar a Thoronir con Jensine, eso me abría ahorrado los problemas que siguieron pero parece ser que nunca aprendo.

Despues de confrontar a Thoronir con el libro accedio a ayudarme a detener a Agarmir, se reunirian esta misma noche y me dio las indicaciones. Sin extrañarme espere al anochecer para dirijirme a una catacumba en el cementerio de la ciudad. No sabre mantenerme alejada de los problemas pero si se reconocer una trampa y está lo erá. Agarmir habia descubierto el robo del libro y me esperaba junto con otro sujeto, su intención por esta vez no era sacar nada de la tumba sino agregar algo más en ella, mi cadaver.


Se que no estoy en posición de desafiar al Nigromante del Vilverin, pero aunque Agarmir y su aliado trataron de dar pelea no supieron contra que clase de enemigo se enfrentaban. Su muerte me dejo sin remordimientos, el castigo por robar tumbas es la muerte por lo que por esta vez me sentia satisfecha de haber hecho justicia. No me importo que La Orden hubiera estado feliz del resultado, está vez lo hice por mi misma y no por seguir sus instrucciones.

Es demasiado tarde para acudir con Jensine o Thoronir a dar explicaciones, así que hice lo más indicado, despoje a los cuerpos de todas sus posesiones, los deje enterrados en la tumba que me habian preparado y me regrese a la Posada del Mercader. Espero que por está vez el alcohol me ayude a olvidar a mis fantasmas. El tabernero al menos quedo féliz cuando pague mi cuenta.

Día 2: Vilverin

28th of Last Seed - Agosto, 3E433

Años de preparación me habían enseñado a dormir en cualquier circunstancia, en mi antigua profesión dormir es un lujo, el arma en la mano y la armadura puesta remplazan almohada y manta, tu vida depende de poder estar alerta y listo a la batalla. Ahora no, la amenaza es igual o mayor, pero ahora duermo, lo hago en el piso y arrinconada en una esquina buscando pasar desapercibida como los animales acechados buscando refugio, he dejado de ser el cazador y me he convertido en la presa.

"Vilverin, noreste de la ciudad. cerca de tu... salida."

Una nota bajo la puerta que congela la sangre en mis venas, no por sus implicaciones sino por que nunca escuche llegar al mensajero, y con la mision que el emperador me ha confiado no podía darme el lujo de rechazar esa amenaza, alguien me vio salir de la prisión y ahora quiere algo a cambio, despues de todo exotrsionar a un profugo es el negocio más sencillo.

Estando en el distrito del mercado mi mejor opción era cambiar mis armas oxidadas por unas mejores al igual que mi armadura, mis medios no eran muchos pero pense que tal ves después de esta visita mi situación mejoraría. Puedo ser la presa en mis pesadillas pero despierta puedo engañarme a mi misma.

Sin embargo, exagere mi propio papel, la arrogancia de mis actitudes me señalo entre los comerciantes, tenian problemas y yo podria ser la persona que necesitaban, a mi viejo maestro siempre le hizo gracia mi facilidad para meterme en problemas ajenos.

Para el Vilverin no hize plan alguno, ellos querian verme, yo no queria que se supiera que me habian visto. Solo existia una solución posible. Los guardias exteriores no fueron problema por lo que envalentonada por ese hecho me adentre en la estructura sin tomar mis precauciones. Esa estupidez casi me cuesta la vida, trampas junto con otro centinela fueron suficientes para alertarlos de mi presencia, cerca de una docena de bandidos me salieron al encuentro pero las tacticas de combate enzeñadas en La Orden tomaron la ventaja, un pasillo estrecho me sirvio para enfrentarlos de uno o dos a la vez y despues de los primeros muertos los demás tomarón su tiempo para atacarme. A los últimos tuve que ser yo la que los perseguia.

Limpiar el primer nivel no fue tan complicado, recogi armas, ropas y el oro que tenian pero entre las posesiones de uno de ellos encontre un pequeño diario, al parecer los bandidos tenían miedo de su propia guarida y solo algunos de ellos habian bajado a explorar los siguientes niveles. No podia dejar nada al azar, si queria tener la seguridad de no ser perseguida tendría que lidiar también con ese grupo.


En el segundo nivel un cuerpo destrozado me sirvió de aviso, alguien se me había adelantado.Ya no era solo el encubrir mi escape, la curiosidad y el reconocer el tipo de maldad a la que me enfrentaba guiaban mis pasos. No tarde mucho en confirmar mis sospechas al verme atacada por esqueletos y zombies, el cansancio de la noche anterior se desvanecía y parecía que el tiempo regresaba, que recorría un sendero ya antes transitado. El motivo que me impulsaba a continuar ya no importaba solo quería confirmar con mis propios ojos mis sospechas.

Encontré a un pequeño grupo de bandidos refugiados en una pequeña sección de la estructura y por alguna razón los aterrorizo mas ver una figura humana que los peligros de los que se escondían, carentes de fuerzas y con un ataque desorganizado me fue fácil acabarlos. Al parecer llevaban varios días atrapados. Casi sentí lastima por ellos. Entre sus posesiones se encontraba una extraña figura a la cual ahora observo. Me intriga y me propongo averiguar más sobre ella.

Después de esto decidí continuar al siguiente nivel de la estructura, había pasado casi un día entero peleando pero mi curiosidad era mayor a mi cansancio. Sorteando otra serie de trampas finalmente llége al corazón de la estructura y al causante de la maldad que impera en el Vilverin. El hogar de un nigromante.

Pude verlo practicando su magia, creando mas vida sin vida ejercitando sus poderes. Por un momento pense en salir de mi escondite y enfrentarlo, enfrentar una parte de mi pasado, cuando escuche una respiración entrecortada, se escuchaba cerca y sin embargo no podia ver nada, una serie de pisadas se acercaban al lugar de mi escondite.

Quize tomar mi espada pero mi mano solo encontro el amuleto, como si hubiera sido atraida por el mismo, mi puño se cerro sobre la cadena que lo sostenia y la piedra parecia pesar más a cada momento, como si quisiera evitar que me moviera. Aún luchaba yo con esa sensación cuando de una esquina salio un viejo lobo fantasmal. El animal era enorme y a pesar de su piel translucida se podia distinguir la sangre en sus colmillos, eso y un pedazo de armadura de uno de los bandidos muertos por mi mano. Al parecer el animal me seguia.

No tuve más remedio que retirarme, con el amuleto a cuestas y la falta de fuerzas en las que me encuentro sería imposible salir con vida. No me enorgullesco y se que mas adelante tendre que regresar a ese lugar. Me consuelo a mi misma pensando que ya nadie sabe que escape de la prision, pero me averguenza saber que la maldad vive en el corazon del Vilverin.

Vive por que yo no tuve la fuerza para acabarla.

Día 1: Libertad!

27th of Last Seed - Agosto, 3E433

Estoy libre!

Aún no logro comprender del todo lo que ha pasado pero por un extraño giro del destino me he visto envuelta en una serie de eventos que cambiaran la historia de Cyrodiil como la conocemos. El emperador a muerto asesinado y yo estaba de testigo. Mi sangre aún hierve al recordarlo. ¿sera que acaso tuve la oportunidad que tanto anhelaba y la desperdicie de nuevo?

Me encuentro en un cuarto de la "Posada del Mercader" escribiendo estas líneas y en esta ocasión no lo dejare para mañana, pondré por escrito lo que me ha sucedido para que si alguien en el futuro desea conocer los hechos tal como pasaron tal vez este diario le sirva de guia.

Apenas en mi primera noche en mi nueva celda me despertaron los gritos del elfo, -vienen por ti, gritaba, -y esta vez van a matarte. Y tal como el gritaba se escuchaban una serie de pasos dirigiéndose a las celdas y por un momento me entro el pánico, ¿sería que por fin me habían encontrado?. Decidí esperar junto a la puerta, si había alguna oportunidad de escapar por los dioses que lo intentaría.

Cual sería mi sorpresa al descubrir que no eran los guardias de la prisión sino los mismos cuchillas, los guardias personales del emperador, los que se acercaban y con ellos el emperador en persona. La conversación entre ellos revelaba su preocupación, los herederos del trono habían sido asesinados y el emperador intentaba escapar de la misma suerte.

Se detuvieron frente a mi celda tan sorprendidos como yo de encontrar alguien adentro, su ruta de escape era a través de mis nuevas habitaciones y una jugada del destino me había puesto en su camino. Mi presencia no los detuvo, si tenían que eliminarme lo harían sin miramientos así que simplemente me hice a un lado para abrirles paso. Hasta que el emperador puso sus ojos en mí.

-Te conozco, dijo ante el asombro de todos, -Te he visto y tu destino no es este, sígueme.

No había tiempo que perder, mis instintos revivieron y sin pensarlo dos veces los seguí a través de un pasadizo que se habría desde el interior de mi celda. El escape no sería fácil. Fuimos acosados desde el principio. La capitana de la guardia fue la primera en caer, yo seguía viva simplemente por no ser el objetivo de los asesinos, mis fuerzas me abandonaban pero esta vez no fallaría, si mi hora de morir había llegado no seria en una celda como rata sino peleando tal como había vivido.

Los cuchillas no confiaban la suerte del emperador a un prisionero y siendo de tan poca ayuda no tardaron en dejarme atrás, una vez mas abandonada a mi suerte. Perdida en una serie de cuevas y catacumbas tuve que seguir mi camino, ratas y goblins fueron mis enemigos, hasta que me encontré frente a frente con un maldito cadáver viviente. Mi pasado se reía de mi a carcajadas y yo no podía dejar de percibir la ironía.

El recorrido fue largo y no me extenderé aquí en detalle pero después de un tiempo me encontré nuevamente con el emperador y sus cuchillas, tal parece que el destino se empeñaba en juntarnos. Esta vez estaba decidida a no quedarme atrás y habiéndome equipado con los restos de armas y armaduras encontrados trataría de mantener el paso.


La lucha fue cruenta, y por un momento me encontré peleando lado a lado con el mismísimo emperador, y fue cuando sobrevino la tragedia, mis fuerzas no fueron suficientes, mi camino a la redención se abrió ante mi y falle de nuevo, el emperador finalmente sucumbió ante sus atacantes frente a mis propios ojos. Un tajo de espada que llego demasiado tarde acabo con la vida de su asesino pero el daño estaba hecho. Las lagrimas rodaban por mis mejillas y mi alma me gritaba -fallaste, fallaste de nuevo.


Estaba a punto de tomar mi propia vida cuando el emperador abrio los ojos y con sus ultimas fuerzas detuvo mi mano.

-Ese no es tu destino, me dijo. -Existe otro heredero y tu camino es con él. Búscalo!

El terror me paralizaba, los cuchillas seguían peleando y yo no era digna de tal hazaña.

-Ten, lleva esto a Jauffre, el te indicara el camino. fueron sus últimas palabras

Y de pronto tenia conmigo "El Amuleto de los Reyes", el símbolo del poder imperial estaba en mis manos, la decisión sobre mi destino se volvía a presentar y solamente yo sería culpable de lo que sucediera. ¿seguiría el camino desviado que me había llevado a morir abandonada en una celda? ¿o mis plegarías habían sido escuchadas y este era mi verdadero camino a la redención?.

El ruido de la batalla habia cesado, Baurus, el único sobreviviente de los cuchillas estaba a mi lado.

-Algo vio él en tí, lleva el amuleto a Jauffre y cumple tu destino.

Enseguida me dio instrucciones para salir de la prision junto con una llave que me abriria el camino, el se encargaría del cuerpo. Yo estaba aún atontada por los acontecimientos y mi mente se nubla en los últimos pasos, solo recuerdo salir a un atardecer brillante a un costado de la ciudad imperial. Mis ropas y armadura estaban manchadas y malolientes y mi cuerpo cansado de un ejercicio al cual ya no estaba acostumbrado. Cualquiera que fuese mi decisión tendría que descansar primero. Si mi memoria no me fallaba el distrito del mercado era el más cercano, y tal vez donde podria pasar desapercibida mas facilmente. Un mendigo con algo de oro para rentar una habitación no extrañaria a nadie en ese lugar.

Me preparo a dormir aún sabiendo que he agregado otro fantasma a mis pesadillas.

Una Celda Nueva

26th of Last Seed - Agosto, 3E433

Mi primera gran aventura, o al menos la primer cosa que vale la pena escribir en este diario, es que los guardias decidieron cambiarme de celda. Todo parece indicar que hubo alguna confusión con el cambio de guardias y el nuevo jefe de la prisión con tal de tener algo que hacer a decidido reubicar a todos los prisioneros, que amable de su parte.

Por esta ocasión debo estar agradecida ya que me toco una celda con algo de luz natural, por diminuta que sea la ventana, y por increíble que parezca con un poco de mobiliario, ese simple hecho me motivo a escribir estas lineas, tener una mesa en donde sentarse es lo mas civilizado que me ha ocurrido en meses. Lastima de mi vecino, un elfo loco que insiste en recordarme que me voy a pudrir en esta celda.

Si tan solo se acercara un poco más a la puerta de su celda.

Inicio: Prisión Imperial

12 of Last Seed - Agosto, 3E433

Papel, un buen monto de hojas acumuladas a lo largo de medio año, tiempo que he pasado mirando las paredes de esta mazmorra pestilente sin decidirme a escribir algunas lineas, medio año desde que fui arrojada aquí sin cargos, sin juicio, sin nadie que quisiera escuchar mi versión de la historia. Tal como me prometieron cuando ingrese en la orden.

Papel y lápiz, es increíble que después de todo lo que tuve ahora el simple hecho de poseer estas dos pequeñas cosas me hagan sentir afortunada, siempre me gustaron los libros y aunque en alguna ocasión quise narrar mis aventuras lo fui dejando para esa otra ocasión, para la próxima vez, para la siguiente aventura. Y ahora que parece que mis días de aventura han terminado y por fin tengo el tiempo de escribirlas, no quiero recordar gran parte de ellas.



Papel, lápiz y tiempo, todo el tiempo que quiera para escribir y no tengo nada que contar. Dicen que el hubiera no existe, pero ¿y si yo lo tuviera?, si pudiera salir de aquí, ¿repetiría mis pecados o buscaría el camino a la redención?, ¿siquiera eso existe? o será que la locura empieza a adueñarse de mi y sueño despierta.